Un baño de triste realidad


En el contexto actual de las Fuerzas Armadas el colectivo probablemente mas desencantado con la función que desarrollan están los militares de tropa y marinería que día a día ven como sus derechos laborales son obviados una y otra vez por quienes debieran observar su salvaguarda.

El panorama es complejo y desesperante para cualquier español en edad laboral que desee hacer carrera de las armas desde la base de la misma. Partimos de que los militares de tropa comienzan su “vinculación laboral” con las Fuerzas Armadas desde un compromiso inicial tras superar un “¿proceso selectivo?” que no es reconocido en la Ley de la Carrera Militar durante los seis primeros años, que le condenan a la servidumbre mas absoluta si desean llegar a la primera casilla de salvación, por lo que durante seis años sus carreras están sujetas al arbitrio de sus jefes con sus IPECs – Informes Personales de Calificación, que si observan que el militar es bueno, obediente y servil le renuevan y premian con el Compromiso de Larga Duración que le vincula a las Fuerzas Armadas hasta los 45 años. Tras esa primera “hazaña” laboral se le abre al militar la primera posibilidad una vez alcanzados los primeros catorce años vinculados a la vida castrense de hacer realidad ser militar de carrera desde sus bases. Algo que obtiene cualquier Guardia Civil desde el primer año de servicio. En las FAS se tardan ocho años y de “prestado” hasta los 45 años porque ni siquiera se es funcionario, sino personal laboral, según rezan los certificados de empresa expedidos por el Ministerio de Defensa a quienes ya han expulsado del servicio activo, próximos a la mediana edad laboral. He aquí la triste realidad solo el 13% de los militares de tropa y marinería son funcionarios de carrera y la tasa de reposición que se publica anualmente para reponer ese 13% es de tan solo un 1% en el mejor de los casos, condenando a los soldados y marineros a vagar por el desierto de la empleabilidad precaria durante al menos diez años mas para al menos lograr una pensión por la Seguridad Social de los militares “Clases Pasivas”, que fija que deben transcurrir 18 años de servicio en las FAS para obtener una pensión mínima. Así se desprende en la vigente Ley de Tropa y Marinería. Pero hay malas noticias para aquellos que ingresaron con posterioridad al año 2011, esos soldados y marineros ya no cotizan a la Clases Pasivas, sino al Régimen General de la Seguridad Social  bajo el epígrafe del CNAE 84.22 y ello les lleva a una incertidumbre tal que de momento nada indica si percibirán cantidad alguna al llegar a la edad de 45 años y al igual que sus compañeros actuales. Sin duda un problema complejo, sustentado por los dos viejos grandes partidos con la connivencia de alguno de los nuevos.

Y vista la triste realidad, año tras año se agolpan miles de ciudadanos plenos, con la esperanza de obtener una plaza de personal laboral al servicio de Defensa con empleo precario y menor motivación que necesidad, en la que perder muchos de sus derechos constitucionales. Hombres y mujeres muy preparados con estudios universitarios, idiomas, etc. sufragados por todos los españoles para obtener un empleo precario y sin posibilidades reales de promoción cercenadas a nivel legislativo y organizativo, con mejor preparación que quienes los administran. Pero a pesar de ello los Mandos de Personal de los Ejércitos se muestran ‘entusiasmados’, disponen de la mejor tropa que hayan podido conseguir, con las peores condiciones laborales y a pesar de ello se baten anualmente por miles para llegar a la precariedad laboral de dicho ministerio que en el mejor de los casos les dará hasta la mediana edad de plazo para largarse y dejar paso a “carnada” mas joven. Eso en un país como el nuestro, el segundo mas envejecido del mundo es una quimera a largo plazo y una demostración de la ineptitud e ineficiencia de quienes rigen los recursos humanos en las Fuerzas Armadas y asesoran a los políticos.

Visto lo cual y con tan desesperanzador futuro, las asociaciones profesionales de militares que integran el Consejo de Personal, con un marco democrático en el que se les permite llevar iniciativas pero no someterlas a su aprobación o desaprobación, se esfuerzan por mantener al menos la ‘dignidad’ de los militares diciéndoles a sus “patronos” que saben que ‘les están tomando el pelo’, pero se ven imposibilitados a cambiar el marco dado, acotado y delimitado “exprofeso” para que nada se escape y todo siga igual. Coperfas y Observatorio de la vida militar son parte de un engranaje del Ministerio de Defensa para decir que se hace algo, sin que nada cambie. Algo muy del agrado de los distintos ministros del ramo, que al igual que con la Guardia Civil, piensan que si algo ‘les funciona a ellos’ es mejor no tocarlo. Y he ahí que cansados, hastiados y muy enfadados aquellos que defienden los intereses comunes se lanzaron a quienes son los verdaderos responsables y quienes auspician que eso continúe igual, los partidos políticos. Explicándoles a los miembros de la Comisión de Defensa que integra a dichos partidos que la situación es insostenible, que los soldados y marineros y por tanto sus representantes son conocedores de los agravios y que saben que ellos y solo ellos son los culpables por otorgar dicho marco legal de precariedad laboral institucionalizado.

Pero como no todos los soldados y marineros están dispuestos a ir acompañados de unas siglas e intereses y a pesar de que según indica la Ley Orgánica que regula los Derechos y Deberes de los militares, los mismos tienen cercenado el derecho de petición colectiva, algunos han decidido reunirse el próximo día 4 de noviembre en Madrid para coordinarse y buscar soluciones ajenas a siglas, organizaciones e intereses personales, etc., algo sin duda de significar, pues demuestra que mas allá de los nombres, siglas y egos personales de muchos dirigentes asociativos, existe voluntad y conciencia del problema. A pesar también de que a veces sus organizadores se inclinen hacia postulados políticos pro derecha o pro izquierda radical , que desvían a los mismos del objetivo y necesaria unidad de acción.

¡¡ Buena suerte compañeros!!