La inoperancia del COPERFAS

El Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas, lejos de convertirse en el foro de debate en el que consensuar normas de aplicación para los militares, se ha convertido en un lugar en el que acudir a que tus ideas e informes sean desechados sin mayor interés por parte del Ministerio de Defensa, para corroborar dicha afirmación solo hay que observar que casi ninguna de las propuestas que son elevadas por las asociaciones profesionales han tenido repercusión en las normativas aprobadas y que son de obligado cumplimiento. El COPERFAS cumple el mandato impuesto por la Ley 9/2011 de dejar participar a las asociaciones pero lejos de conseguir un consenso es un abismo de pareceres e intereses de unos u otros. Ya desde su concepción la capacidad de decisión sobre los temas normativos queda muy mermado al enfrentar en la misma mesa al mismo numero de vocales de las asociaciones que de la administración, impartiendo el voto de calidad para el Ministro de Defensa, delegado en la imagen de la Subsecretaría de Defensa.

Esta falta de democracia interna es lo que ha llevado a la UMT – Unión de Militares de Tropa a evaluar y preguntarle a sus asociados si desean estar presentes en dicho consejo aun a sabiendas que nada bueno se desprenderá de la participación en el mismo por inoperante y recursivo. Y dejan en manos de sus asociados y simpatizantes decidor si deben estar en ese consejo o continúan al margen para no perder el tiempo.

Cuando los medios democráticos instalados en una estructura sirven de poco, es una realidad que debe ocurrir algo que propicie un cambio para que éstos ganen protagonismo y eficiencia. Una eficiencia desconocida hasta el momento como consecuencia de las posiciones inmovilistas de quienes ostentan el poder dentro del Ministerio de Defensa y que arrojan casi tres años de tiempo perdido, dietas, reuniones y comparecencias que se han trasladado en frustración de los representantes asociativos. Solo un cambio de rumbo en esa institución del Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas permitirá ganarse el respeto de asociaciones y militares, mientras no ocurra eso, no deja de ser un mero pasatiempo con el que mantener las apariencias de escuchar a quienes no se desea hacer caso.